La Defensoría Universitaria es la encargada de proteger y defender los derechos y libertades del alumnado, del personal docente e investigador y del personal de administración y servicios en su relación con los diferentes órganos y servicios de la Universidad.
Con este propósito, la Defensoría recibe quejas y efectúa sugerencias, tramita expedientes de oficio y desempeña funciones de mediación para evitar situaciones de indefensión o arbitrariedad dentro de la comunidad universitaria.
Según los Estatutos de la UHU, el Defensor/a no está sujeto a mandato imperativo alguno ni recibe instrucción de ninguna autoridad u órgano de gobierno. Todos los órganos y miembros de la comunidad universitaria están obligados a auxiliar, con carácter preferente y urgente, a la Defensoría en el ejercicio de sus funciones.
La Defensoría no tramita expedientes sobre los que esté pendiente un proceso jurisdiccional, un expediente disciplinario administrativo o no se hayan agotado todas las instancias y recursos previstos en los Estatutos para la solución del problema. A modo del Defensor del Pueblo, es el último eslabón de la cadena para la solución de conflictos mediante sugerencias o labores de intermediación. Desempeña sus funciones con autonomía, imparcialidad y confidencialidad y siempre con el objetivo de mejorar la calidad de los servicios que presta la Universidad en todos sus ámbitos.